“Velamos por la profesión médica, por su ejercicio ético en condiciones laborales dignas y justas y por
la salud de los colombianos”.

Artículo 3º. Estatutos. Capítulo I

Órgano asesor y consultivo del Estado en materia de salud pública desde 1935 (Ley 67 de 1935 y Ley 23 de 1981).

Me honra la invitación que me hicieran el Dr. Arturo Vergara Jefe del Departamento  Quirúrgico y el Dr. Manuel Cadena , Jefe del Servicio de Cirugía General ,para que sea el  oferente en este sentido homenaje al Profesor Efraím Bonilla y que oportunidad tan bella, para intentar una cronología de su vida, cronología de un hombre académico y  humanista…Un faro para los jóvenes médicos cirujanos y cirujanos infantiles de hoy y de  mañana. 

Indagando sus ancestros, siendo el Profesor Efraím Bonilla,” Caribe puro, de corazón y  acción” , tuve una sorpresa, su padre Huilense, Ignacio Bonilla Quintero, de la Plata Huila y  su madre , María Arciniegas Sánchez, de Chaparral Tolima, élla , estirpe silenciosa de sus  ancestros, emparentada con el maestro Darío Echandía .  

Su padre viaja a Santa Martha donde compra una finca Cafetera, cerca a la Sierra Nevada y  María Arciniegas, su madre viaja también a Santa Martha de Vacaciones donde curiosamente  por el destino se conocen, quedándose ahí eternamente; y allí nacen sus 6 vástagos, de los  cuales solo sobrevivieron su hermana Carmen Bonilla de Lugsianini y Efraím Bonilla. 

El hace sus estudios primarios en Santa Martha en la escuela Pública y se hace Bachiller en el renombrado Liceo Celedón , destacándose entre sus dilectos compañeros Rafael Villazón,  , José Ignacio Vives, José Ignacio Díaz Granados, el maestro Rafael Escalona, Hugo Escobar  Sierra y Guillermo Valencia Abdala., entre otros. 

Su padre muere cuando el cursa 1º de Bachillerato, y lamentablemente 3 años después, en su 4o de bachillerato, fallece también su madre. Que drama, para un Joven estudiante con los sueños de que sus padres lo vean Bachiller.

Aquí aparece su primera característica: convertir las incongruencias de la vida en un nuevo  acicate para ella. 

Para esa época, como una historia más, propias de su Macondo querido, conoce a Idelfonso Castro, un boticario muy conocido en Santa Martha, que administra anestesia con éter,  siendo este es su primer acercamiento a la Medicina, la que desde ya mira como su opción  de vida futura. 

En una caminata playera, bajo el sol canicular del caribe, conoce a Alba Barros Cohen, excepcional mujer, que se convierte desde ese instante en su eterno amor. Ella ingresa a la academia de bellas artes, y él también, como para no perderla, supongo yo, pero mientras élla realiza múltiples obras, él demora un año pintando y decorando un jarrón lo que indica que su intención era solo estar a su lado. Conocí a Alba y estoy seguro que élla con su donaire  y su sonrisa comparte con nosotros este homenaje, esta noche. 

Llega a Bogotá en 1946, por el Río Magdalena e ingresa en el mismo tren por donde llegó Gabo a una Bogotá gris y fría, lleno de ilusiones por doquier, igual como lo hicieran Jaime de la Hoz, Eric Bozón y Luciano Aponte, llega con los bríos de un caribeño y con la esperanza que a su regreso se casaría con Alba de cuya unión nace esta bella familia . 

Inicia sus estudios de Medicina en la Universidad Nacional los que termina en 1952 y a la usanza de esa época estudiaba en el “Café Atlántico”, muy cerca al actual Teatro Jorge Eliécer Gaitán, que le recuerda la famosa “Calle Montmartre” de los Cafés Parisinos. 

Recuerdaba con aprecio a sus compañeros de Facultad, Rodrigo Barreneche , José Benavides Molinares, y Antonio Becerra Lara, como también a sus Profesores Darío Cadena, Carlos Márquez Villegas y al Prof. Santacoloma en Anatomía, Bonilla Naar en Parasitología, Juan Pablo Llinás en Patología, Rafael Peralta Callón en Gineco-obstetricia y Calixto Torres Umaña en Pediatría. 

Realiza su medicatura rural en Fundación Magdalena ganando 500 pesos mensuales y allá cumple otro sueño unir su vida a su adorada Alba. 

Terminado su rural, Alberto Escobar Camargo, secretario de salud del Magdalena, lo nombra  director del Centro de Salud, y posteriormente su compañero José Benavides Molinares, lo  asigna como director del SEM, Servicio de Erradicación de la Malaria, en Girardot en 1956. 

Gana la beca por concurso para el Hospital Infantil de México, de la Sociedad Colombiana de Pediatría y la Mead Johnson, avalando su nombre Calixto Torres Umaña y Alberto Amaris Mora. Dos años de Pediatría en Ciudad de México y allí conoce su segundo amor: la cirugía pediátrica. En México durante un año como Pediatra lo acompaña Alvaro Bustos  Berrocal entrañable amigo de él en Montería 

En 1962 regresa a Bogotá con los bríos propios de quien termina una especialidad. Instructor de Pediatría en el Hospital La misericordia, sugerido meritoriamente por Hugo Castro. bajo la Dirección de Ernesto Plata Rueda, y la anuencia y apoyos de Jorge de la Cruz Paris, Emilio Posada Sarmiento, y Gabriel Lamus Guerrero.

En 1964 se vincula con Rafael Barberi Zamorano como Instructor de Pediatría en el Hospital de la Misericordia, hospital donde realizará su gran obra asistencial y académica, creando en 1986 el Servicio de Cirugía Pediátrica en la Decanatura de Rafael Casas Morales y en 1987 el Icfes aprueba su programa de 5 años en la Decanatura de Antonio Ramirez Soto. 

Era un aficionado al football, con sus amigos, como auténtico Samario y como anécdota jugó contra el célebre Efraím también, pero” Caimán Sánchez “. 

Una carrera académica excelsa y productiva; múltiples publicaciones de sus trabajos, coautor en otras tantas, conferencista nacional e internacional con reconocimientos en las Sociedades médicas nacionales e internacionales correspondientes. Profesor Emérito de Cirugía y Profesor Honorario de la Universidad Nacional de Colombia. 

Un gran reconocimiento internacional para él de parte del gran Profesor Alberto Peña  Rodríguez , de New York , que bebió de sus contribuciones a la Cirugía del Ano Imperforado.  Gracias al Profesor Bonilla tuve la oportunidad de conocerlo en Boston, Hoy el profesor  Alberto Peña Rodríguez es consultor en Cirugía Colo-rectal infantil en la Sociedad Americana  de Colon y Recto. 

De él todos aprendimos de estreñimiento en niños, particularmente el Dr Eduardo Londoño y yo, conocimos las técnicas de manejo del ano imperforado, de la Enfermedad de Hirschsprung y la técnica de Lyn para el Hirschsprung ultracorto. 

Se conjugan en Efraím Bonilla, el marido y padre ejemplar, el hombre inquieto por la cultura y la literatura, el amigo inconmensurable, el médico humanista, y el docente que sin egoísmo formó jóvenes cirujanos, creando una escuela para las futuras generaciones. Recorrió todo el  país enseñando Cirugía Pediátrica ,en las Jornadas de nuestras sociedades , a las que en muchas ocasiones honrosamente acompañé: Montería, Barranquilla, Medellín entre otras. 

El profesor Efraím Bonilla le dió sentido a la vida y a la existencia.  

De los productivos encuentros sobre historia y literatura que teníamos con él y con Luciano  Aponte, siempre he pensado que la lectura de un buen libro se convierte en un bello  conversatorio en donde el libro habla y alma contesta. 

El Profesor Efraím Bonilla fué un hombre feliz, quien al final de su vida solo le quedó lo que dió a los demás, a los niños su cirugía y a nosotros su amistad. 

Tengo finalmente, además de agradecerles la presencia en este homenaje, evocar al gran  poeta Sevillano, Antonio Machado, quien dice: 

“Hay dos clases de hombres: los que viven hablando de las virtudes y los que se limitan a  tenerlas”. El Profesor Efraín Bonilla era ese hombre de Virtudes. 

Muchas Gracias JORGE PADRON.  

Bogotá, Agosto 25 de 2020. Fundación Santa Fé de Bogotá