“Velamos por la profesión médica, por su ejercicio ético en condiciones laborales dignas y justas y por
la salud de los colombianos”.

Artículo 3º. Estatutos. Capítulo I

Órgano asesor y consultivo del Estado en materia de salud pública desde 1935 (Ley 67 de 1935 y Ley 23 de 1981).

Según un estudio, las personas noctámbulas son vulnerables a mayores problemas de salud.

La agitada rutina que vivimos hoy en día nos ha hecho olvidar la importancia de dormir. La ironía está en que no descansar bien afecta directamente nuestra productividad laboral. Es contraproducente. O por lo menos, así lo demostró el Centro de Investigación de la Salud del Curso de Vida de la Universidad de Oulu, en Finlandia.

Un estudio recién publicado señala que los “noctámbulos” pueden tener el doble de probabilidades que las “alondras” de tener un desempeño inferior en el trabajo y tener una jubilación anticipada por causas relacionadas con la salud.

Para entender el resultado es importante entender que cada uno tiene una especie de ‘reloj interno’ llamado ritmo circadiano. Los cambios de ese proceso se denominan cronotipo, y es clave identificarlo para organizar nuestras tareas durante el día sin perjuicio del rendimiento y bienestar propio.

Por ejemplo, si sentimos que rendimos más en las noches, puede ser que nuestro cronotipo corresponda al vespertino, también llamados “búho” o “noctámbulo”. Por el contrario, quienes tengan mayor actividad en la mañana, tendrán un cronotipo matutino, llamado “alondra”. También existen los cronotipos intermedios.

El estudio encontró que el 46 por ciento de los hombres y el 44 por ciento de las mujeres eran madrugadores o “alondras”. Otro 44 por ciento de hombres y mujeres tenían cronotipo intermedio. El 10 por ciento de hombres y 12 por ciento de mujeres eran noctámbulos.

Los análisis indicaron que los noctámbulos tuvieron peores puntuaciones en todas las variables relativas al sueño y la salud, con patologías como el insomnio. También era más probable que estuvieran desempleados y solteros, según muestra el informe. Un 28 por ciento de hombres y 24 por ciento de mujeres noctámbulos reportaron bajo rendimiento laboral a los 46 años, un indicador mucho más alto que el de los madrugadores e intermedios. Durante el periodo de monitorización de cuatro años, el bajo rendimiento laboral se relacionó firmemente con un riesgo elevado de obtener una pensión por discapacidad en los dos sexos.

Esto solo muestra la importancia de identificar el cronotipo, sobre todo en el ámbito del desempeño profesional, con el fin de planificar horarios de trabajo. Para los noctámbulos es fundamental adoptar un estilo de vida saludable, un sueño de 7 horas mínimo y adaptar el trabajo a sus horas de cronotipo.

El estudio indica que los noctámbulos no alcanzan a dormir las horas recomendadas en los días de trabajo estándar. Esta falta de sueño provoca una recuperación del sueño en los días no laborales, conocido como jetlag social. Además, esto incide tanto en la salud general, como en el rendimiento cognitivo, es decir, la productividad.

La investigación fue publicada en la edición en línea del 23 de febrero de la revista Occupational & Environmental Medicine y dirigido por el doctor Tapio Räihä. En principio, se eligieron a 12.000 niños finlandeses nacidos en 1966 y 46 años después se les preguntó a los mismos participantes sobre su vida laboral y su salud, junto a algunos indicadores de sueño y rendimiento laboral. A partir de ello, los investigadores analizaron una muestra de casi 2.700 hombres y alrededor de 3.200 mujeres para monitorizarlos durante cuatro años.

La importancia del sueño

El día mundial del sueño se celebra cada marzo en muchos países para recordar su relevancia, educar a la población sobre sus hábitos y prevenir los trastornos por sueño. Dormir es una parte esencial en la vida de los seres humanos y, sin embargo, según la Asociación Colombiana de Medicina de Sueño (Acmes), 4 de cada 10 personas sufren de patologías como el sonambulismo o el insomnio. Además, dormir menos o tener una mala calidad de sueño influye en el funcionamiento de las esferas fisiológicas, cerebrales, metabólicas e incluso anímicas.

El sueño está mediado por una serie de factores ambientales como la exposición a la luz del día, los horarios de trabajo. No obstante, también incide la genética. Según investigadores de la Universidad Rockefeller de Nueva York, hay una variante genética en una mutación del gen CRY1, el cual altera el reloj biológico interno. Los expertos afirman que puede estar presente en una de cada 75 personas en algunas poblaciones. Los llamados noctámbulos también pueden ser diagnosticados con trastorno de la fase del sueño retrasada.

Recomendaciones claves

La Asociación Colombiana de Medicina del Sueño recomienda algunos tips para mejorar los hábitos de sueño.

  1. Establezca horarios. Duerma y despiértese en horas fijas.
  2. Evite tomar más de una siesta al día, no más de 20 minutos.
  3. Use la cama solo para dormir y actividad sexual, no para realizar sus actividades académicas o laborales.
  4. Apague dispositivos electrónicos antes de dormir o colóquelos en silencio.
  5. Ejercítese frecuentemente, mejor si es antes de las 3 p.m.
  6. Realice una actividad relajante antes de dormir: leer un libro o escuchar música suave.

*Con información de Europa Press

Foto: istock
Por: Gabriela Herrera Gómez – Escuela de Periodismo Multimedia de EL TIEMPO*
Tomado de: Eltiempo.com