“Velamos por la profesión médica, por su ejercicio ético en condiciones laborales dignas y justas y por
la salud de los colombianos”.

Artículo 3º. Estatutos. Capítulo I

Órgano asesor y consultivo del Estado en materia de salud pública desde 1935 (Ley 67 de 1935 y Ley 23 de 1981).

Santander, el prócer, dijo cuando se estableció la República: “Las armas os han dado la independencia. Las leyes os darán la libertad”. Sí, pero no dijo la libertad de quienes. En ese momento se empezaba a tejer un nuevo orden político y social con la confluencia de dos puntos de vista concordantes en unos aspectos y discordantes en otros. Bolívar, desde su visión de la revolución continental americana, autóctona y diferente a las europeas y a la de los Estados Unidos de Norteamérica, ideó el Congreso Anfictiónico a realizarse en Panamá buscando la unificación de las diversidades étnicas desde México hasta la Patagonia, gracias a que se compartía un mismo idioma, el español, y una misma religión, el cristianismo, y desarrolló su propio concepto de democracia que, entre otras cosas, contemplaba la abolición de la esclavitud, la libertad de culto y la educación laica y gratuita. Luego de que en el Congreso de Angostura se le diera al nuevo país el nombre de Colombia, hoy llamada con nostalgia la Gran Colombia, nombre que nunca tuvo, que comprendía al estado del Cauca, hoy Ecuador, la Nueva Granada, hoy Colombia y la Capitanía de Venezuela, hoy Venezuela, consideró imprescindible continuar la campaña militar del sur, que llegó hasta la pampa argentina. Liberó los territorios que se constituyeron en Perú y Bolivia y retornó a su patria a ejercer su cargo como Presidente, recibiendo el mando de manos del Vicepresidente Santander. Pero mientras ocurría la campaña del sur, en Santa Fe de Bogotá dominaron pensamientos que, a la vez que concebían necesaria una alianza permanente con los EE UU y algunos países europeos, los tomaron como modelo para diseñar a Colombia como Estado. Las nuevas leyes afianzaron los privilegios de los criollos herederos de tierras y fortunas de comerciantes importadores, con lo cual se apartaban del sueño de Bolívar. Así, se saboteó el Congreso Anfictiónico y contra lo propuesto por Bolívar, Santander le dio participación al naciente coloso, que no había sido contemplado ni siquiera como invitado. El plan original era crear un polo que mantuviera unida a la hoy llamada Gran Colombia y a los países liberados, aliados con Argentina, Chile, Centroamérica y México, para que todos se desarrollaran simultáneamente en armonía económica y política hasta llegar al punto de poder negociar de igual a igual, tanto con Europa como con los Estados Unidos. Los hechos no sucedieron así y la fragmentación de Colombia, la nostálgica Gran Colombia, fue inevitable. Esta fue, a mi modo de ver, la gran diferencia del pensamiento político entre Bolívar y Santander y es, probablemente, la razón por la cual el presidente Duque dijo hace unos años que los fundadores del país del norte fueron los inspiradores del desarrollo político de lo que hoy es Colombia y América Latina. Y pienso que no le falta razón. 

Ese es el pasado que tenemos y ese es el legado de inconciente colectivo que nos dejó el bloque de las familias y grupos comerciales importadores que ostentaban el poder y lo siguen haciendo hoy: disgrega, divide, crea mini mitos entre líderes de la misma clase social, que se crea cada uno mejor que el otro y enfréntalos para que no avancen juntos, no eduques, mantén la incultura, acumula tierras, y mantén el poder así sea mintiendo y matando en nombre de dios. Si a esto le sumamos el estímulo permanente con que la sociedad de consumo nutre al individualismo, tenemos un grupo humano perfecto para mantener el actual orden de cosas, para que haya por ahí quienes entiendan según su peculiar e individual manera, conceptos como la unidad. 

Tal vez, por eso, en buena medida, después de la década de los 50 el movimiento médico ha crecido sobre la base de la fragmentación. Y tal vez, también en parte por eso, acciones inicialmente espontáneas que al desarrollarse buscan una estructura organizativa como el Pacto por la Salud y la Vida, recientemente creado al calor de la lucha contra el 010, proyecto gubernamental que, en nombre de la Ley Estatutaria de Salud pretende violarla de principio a fin y privatizar totalmente la salud en el territorio nacional, encuentran contradictores. Esas acciones espontáneas que se van organizando, se han generado unitariamente para enfrentar “propuestas” (imposiciones de aplanadora, mas bien) gubernamentales ilegítimas que reúnen al Congreso de la República como cualquier red social virtual mediante la plataforma Zoom, para aprobar leyes que atentan contra la población, como el proyecto de ley 010 de 2020. Al avanzar en su unidad, el Pacto por la Salud y la Vida busca poner orden en su funcionamiento hacerlo mas eficaz en el logro de sus objetivos pero encuentra posturas que se oponen a su avance por considerar que favorece supuestas intrusiones de partidos políticos. Pareciera que tras esa  visión hay, mas bien,  un interés de preferencia de grupo, ¿cuál será? No lo sé. Digo esto porque plantea que un punto de encuentro con propósito de avance es interpretado como un propósito malévolo y que el acuerdo de unidad organizada lo que busca es convertirse en un “aparato manipulador del movimiento”. ¿Será porque ha habido figuras políticas que, conocedoras de lo que planteamos una buena parte de los trabajadores de la salud como movimiento,  apoyan nuestros postulados por coincidir con ellos? ¡Qué bueno que así sea! Siempre hemos dicho en la FMC, en la Junta Médica Nacional y en otros escenarios de unidad, que somos nosotros quienes lanzamos las propuestas políticas a la sociedad en general, a los partidos y movimientos políticos, al movimiento sindical y social, para que quien se identifique con ellas las apoye y se sume a nuestra acción. Así fue como logramos avances como la Ley Estatutaria, entre otras. Que se manifiesten quienes, desde todos los partidos y movimientos políticos, sindicales y sociales estén de acuerdo con enterrar desde ya el regresivo y privatizador PL 010 y que engruesen el Movimiento por la Vida y la Salud de todos los que habitamos esta Colombia que queremos distinta y democrática… y que la confusión que divide encuentre lucidez, para bien de todos.

___________________________________________________________

POR: SERGIO ISAZA VILLA, M. D. – PEDIATRA
PRESIDENTE FMC