“Velamos por la profesión médica, por su ejercicio ético en condiciones laborales dignas y justas y por
la salud de los colombianos”.

Artículo 3º. Estatutos. Capítulo I

Órgano asesor y consultivo del Estado en materia de salud pública desde 1935 (Ley 67 de 1935 y Ley 23 de 1981).

Recientemente fueron dados a conocer dos proyectos de ley que afectan el sistema de salud colombiano: el 331 y el 010. El primero trata de la “dignificación del trabajo” del personal sanitario en el país y el segundo fue presentado por el propio ministro, Dr. Fernando Ruiz Gómez, como la “revolución” en la salud. La respuesta inicial de beneplácito ante semejante publicidad, fue sucedida por una reacción casi unánime de rechazo del personal sanitario una vez se conocieron los textos de ambos proyectos, pues el primero legalizaba lo que hasta ahora, según las leyes vigentes, es ilegal en Colombia ya que pretende legitimar mediante ley de la República la intermediación laboral, el trabajo a destajo y la inestabilidad laboral al sustituir las relaciones laborales, con todos sus derechos adquiridos a lo largo de la historia, por relaciones comerciales entre empleador y trabajador. La pretendida norma viola abiertamente la Constitución Política en su artículo 53. 

Por otra parte, el segundo proyecto de ley, el de la “revolución” de la salud colombiana, fue dado a conocer así en los medios por el señor Ministro de Salud quien, a pesar de llevar a cabo una formidable campaña publicitaria basada en el eufemismo de desaparecer las EPS, obtuvo una respuesta casi unánime de rechazo por parte del personal sanitario, las organizaciones sociales, las instituciones académicas, el movimiento sindical y muchas otras representaciones de la sociedad civil. Y no podía ser de otro modo pues la supuesta desaparición de las EPS en realidad oculta que el proyecto de ley 010 las transforma en entidades aseguradoras privadas y convierte en capital privado los dineros públicos con destinación específica para la salud, una vez los reciban. Es decir, la privatización total del sistema de salud. La antítesis de la Ley Estatutaria de Salud, en nombre de ella misma. 

Las organizaciones gremiales del sector salud rechazamos mayoritariamente el 331 y de manera casi unánime el 010. Rápidamente se gestó un movimiento que convocó a un amplio acuerdo unitario de acción conjunta para dar a conocer las razones del rechazo y exigir el archivo de ambos proyectos de ley. La respuesta: mas de 120 organizaciones civiles y mas de 200 personalidades de la intelectualidad académica, política y social han adherido a esta iniciativa. El objetivo de la acción unitaria es que la mayor cantidad de personas en Colombia, incluidos los partidos políticos y los parlamentarios de Senado y Cámara, los concejales y ediles de todas las ciudades, los diputados de todas las Asambleas Departamentales, conozcan por qué esos proyectos de ley no son buenos para la salud. Son malos. Atentan contra ella. Queremos que todos ellos lo lean, lo estudien y sólo después de ello, decidan si lo apoyan o no, pues el 010 tiene como finalidad primordial entregar a las compañías privadas de seguros de salud todo el poder económico y político para convertir su administración y ejecución, definitivamente y sin talanqueras jurídicas, en un aún mas rentable ejercicio financiero, ahora no sólo en manos de organizaciones nacionales, sino trasnacionales que son socias mayoritarias de varias EPS. Es decir, el alcance pretendido es aún mayor del que se mira a simple vista y empeoraría la ya crítica situación sanitaria del país. 

Por eso, ante cualquier tribuna que se presente, ante cualquier oportunidad, invitación o posibilidad cuyo propósito sea dar a conocer el por qué del rechazo masivo a ese proyecto de ley, debemos estar presentes y ser convincentes, claros, directos y precisos con nuestro discurso. Nuestra capacidad de hacernos oír es limitada y competir con los formidables medios de comunicación hace las cosas difíciles, mas no imposibles. Aquí no caben las peleíllas, rencillas ni componendas entre grupos ni capillas. Todos tenemos que ir para el mismo lado, empujando al mismo tiempo, con la fuerza que da la unión, la unidad, la voluntad férrea de hacer valer el derecho fundamental a la salud defendiendo la Ley Estatutaria y preparando ya, con todos los sectores del movimiento social y político, la pronta discusión de su reglamentación y desarrollo mediante una ley ordinaria. Solos no podemos, pero todos, con la convicción que da el tener una propuesta de solución para resolverlo, sí podremos. Aquí todos, unidos, propondremos una alternativa y esperamos que la mayoría de gentes, partidos políticos y parlamentarios la asuman como propia y trabajemos juntos para hacerla realidad.

SERGIO ISAZA VILLA, M. D. –PEDIATRA
PRESIDENTE
FEDERACIÓN MÉDICA COLOMBIANA