“Velamos por la profesión médica, por su ejercicio ético en condiciones laborales dignas y justas y por
la salud de los colombianos”.

Artículo 3º. Estatutos. Capítulo I

Órgano asesor y consultivo del Estado en materia de salud pública desde 1935 (Ley 67 de 1935 y Ley 23 de 1981).

Fue senador por la Unión Patriótica, periodista, sobre todo en el semanario Voz, secretario general del Partido Comunista y dirigente de larga trayectoria en la lucha obrera y campesina, situación por la cual varias veces fue detenido y hasta sufrió un atentado.

A los 99 años, falleció en Bogotá el dirigente comunista y de la Unión Patriótica, Álvaro Vásquez del Real, quien tuvo una larga actividad en su colectividad política, circunstancia por la cual tuvo que afrontar difíciles situaciones de seguridad personal, además de procesos judiciales por la defensa de sus ideas en medio de la crisis causada por el conflicto armado.

Nacido en Cartagena, desde muy joven se trasladó a Bogotá, donde estudió derecho en la Universidad Libre y se vinculó a la asesoría de varios sindicatos de trabajadores. En ese contexto, apoyando las labores de la Federación de Trabajadores del Tolima entró de lleno a la militancia comunista, donde enfatizó su actividad en la promoción de la educación y el ejercicio del periodismo.

Desde la Escuela Nacional de su colectividad política, desde los años 50 empezó a escribir documentos o a intervenir en publicaciones como Taller o La Voz de la Democracia. Fueron tiempos difíciles por los coletazos de la violencia partidista y la génesis de la confrontación armada. En ese contexto, fue detenido y procesado en tres oportunidades, y volvió a serlo en los tiempos del Estatuto de Seguridad.

Fue cercano y asesor del secretario general del Partido Comunista, Gilberto Vieira, y estuvo casado con la dirigente del sur del Tolima, Celmira Cruz Oviedo. En los años 80, cuando surgió la Unión Patriótica, en el contexto de los diálogos de paz entre el gobierno de Belisario Betancur y la insurgencia, Vásquez del Real fue un activo impulsor del movimiento, pero también sufrió el destino de la colectividad.

Uno a uno, vio como caían asesinados muchos de sus compañeros de batallar político. El abogado Jaime Pardo Leal, el concejal Teófilo Forero, el congresista Manuel Cepeda Vargas, y tantos otros que fueron blanco de una campaña de exterminio que ya fue advertido por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. En esos tiempos de persecución, Vásquez no cesó en su actividad educativa y periodística.

El actual secretario del Partido Comunista, Jaime Caycedo, manifestó que Vásquez será recordado como “un pedagogo, con mucha capacidad analítica para el diseño de estrategias en la lucha popular y la propuesta de cambios democráticos en desarrollo de su horizonte socialista”. Caycedo recordó que, para quienes estuvieron en la Juventud Comunista, él fue el maestro de varias generaciones.

Caycedo recalcó que Vásquez del Real soportó varios consejos de guerra y hasta un atentado en 1985, sin perder nunca su persistencia por la lucha obrera, agraria y campesina. “Fue una mente lúcida y visionaria de la realidad colombiana que desde la condición de senador o como escritor en el semanario Voz, dejó memoria de un hombre fiel a sus principios políticos”.

Desde hace algunos años permanecía alejado de las actividades sociales, pero nunca perdió contacto con la militancia. Sus colegas y compañeros recordaron su bajo perfil público, pero su sólida formación intelectual que tradujo en interés por la difusión de la educación como la base de la construcción social. Un ideario que quedó condensado en tres libros: Acción revolucionaria, De la resistencia a la alternativa y Memorias y luchas sociales.

Por: Redacción Política

TOMADO DE: Elespectador.com