Con profundo dolor y asombro hemos recibido la noticia del brutal asesinato de cinco adolescentes en el Valle del Cauca. La madre de uno de ellos relató la manera como los victimarios acabaron con sus vidas. Días antes, nueve jóvenes fueron masacrados en Samaniego, dos en el Cauca, dos indígenas en Corinto y un joven fue mutilado por su condición de género. Estos nuevos hechos en la horrible noche de violencia que en campos y ciudades asola a la población mas pobre y vulnerable, evidencia los severos trastornos mentales que van gestándose en las mentes de los colombianos: sevicia y crueldad infinita en los victimarios; terror en los que sufren los abusos y en quienes pierden a sus familiares; indiferencia y pasividad en los que se han acostumbrado a hechos de este tipo; y pasividad agresiva en el gobierno y sus organismos de seguridad.
La salud de todos los colombianos, especialmente de su población infantil y juvenil, reclama protección total, en su vida y su salud por encima de todo.
EL IMPERATIVO ÉTICO DEL ESTADO SOCIAL DE DERECHO EXIGE PROTEGER A SUS JÓVENES Y A TODOS LOS HABITANTES DE COLOMBIA
SERGIO ISAZA VILLA, M. D. – PEDIATRA
PRESIDENTE
FEDERACIÓN MÉDICA COLOMBIANA
MIEMBRO DE LA ASOCIACIÓN MÉDICA MUNDIAL
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