“Velamos por la profesión médica, por su ejercicio ético en condiciones laborales dignas y justas y por
la salud de los colombianos”.

Artículo 3º. Estatutos. Capítulo I

Órgano asesor y consultivo del Estado en materia de salud pública desde 1935 (Ley 67 de 1935 y Ley 23 de 1981).

A una hora de Bogotá, en Tocancipá, en una nave industrial de mil metros cuadrados una puerta cerrada herméticamente se abre dejando escapar un fogonazo de luz artificial -casi cegadora- que ilumina cientos de plantas de marihuana listas para ser transformadas. Entramos en el único laboratorio de América Latina de cultivo indoor de cannabis para uso farmacéutico.

“¿A qué temperatura están de humedad?

-A cuarenta grados”

Camilo Cruz, jefe de producción de la empresa Pideka, nos cuenta la importancia de controlar minuciosamente las condiciones climatológicas de la plantación, solo así se pueden conseguir en altas concentraciones los principales cannabinoides que posteriormente serán utilizados en la elaboración de medicamentos.

Aquí trabajan con seis genéticas diferentes pero están a la espera de registrar pronto nuevas variedades. De estos cultivos se obtienen cannabinoides como el THC, famoso por sus efectos psicoactivos y muy eficaz en el campo de la medicina como calmante.

“El THC sirve para el manejo de dolores tanto crónicos como dolores causados por una inflamación”, comenta Camilo mientras nos guía en un recorrido por la nave donde se encuentran las plantas en sus diferentes fases de crecimiento.

Colombia legalizó en 2015 el cultivo de marihuana para uso farmacéutico

Después de noventa días de cuidados, ya han florecido y están listas para ser transformadas aquí donde se produce un aceite de extracto de cannabis que exportan a diferentes partes del mundo. Un litro de este “oro líquido” puede llegar a costar cuarenta mil euros y con esta cantidad se elaboran unos trece mil medicamentos para diferentes tratamientos.

En 2015 Colombia legalizó el cultivo de marihuana para uso farmacéutico. Pero a pesar de este avance el Gobierno no permite la comercialización de estos productos libremente. Los pacientes del país caribeño solo pueden recibir tratamientos farmacológicos de cannabis a través de fórmulas magistrales: medicamentos, prescritos y elaborados específicamente para un individuo, en donde se detallan exactamente las sustancias medicinales que debe incluir.

La estigmatización de la hoja de marihuana, cuya flor ha sido consumida habitualmente para uso recreativo, hace que muchas personas sigan dudando de sus efectos terapéuticos.

“Hay muchísima gente que le tiene temor. No conoce todos los beneficios de la planta y por lo tanto busca otras formas de tratar las enfermedades antes de recurrir al cannabis”, afirma Marta Liliana Vega, directora de calidad de Pideka, quien especifica alguno de los usos médicos “trastornos de ansiedad, glaucoma, cánceres, esquizofrenia infantil…”.

Posibles usos contra la COVID-19

Pero además de exportar el aceite de extracto de cannabis, esta empresa también está desarrollando sus propias investigaciones en colaboración con varias universidades colombianas. “Estamos trabajando en un antiviral contra el COVID y confiamos en poder empezar pronto los ensayos clínicos. También estamos desarrollando otros productos para combatir el virus en dos vías. Una como enjuague bucal para prevenir infección inicial del patógeno del virus en garganta y otro como spray nasal, para prevenir infección en tejido nasal”, nos explica Javier García González, director científico de la empresa.

Y mientras el uso del cannabis medicinal sigue generando recelo y causando división de opiniones en diferentes países del mundo, la industria que está en auge mueve billones de euros. “Va a ser un motor económico importante para muchos de los países que ya han legalizado el proceso o están en proceso de legalización. Definitivamente va a ser una inyección económica muy importante para el momento de crisis que estamos viviendo”, asegura Borja Sanz de Madrid presidente de Ikänik Internacional.

México acaba de adquirir por primera vez cannabis para uso farmacéutico y se lo ha comprado a esta empresa de Colombia fundada por españoles. “Creemos que va a ser uno de los países más importantes para la industria a nivel mundial por su situación geográfica, las fronteras que tiene con EE.UU. y evidentemente por la cantidad de población”, confiesa Sanz de Madrid que asegura que un millón de pacientes mexicanos ya han sido valorados médicamente como aptos para este tipo de tratamientos.

Actualmente más de cincuenta países han adoptado programas de cannabis medicinal. Portugal, Inglaterra, Suiza, Alemania o Dinamarca han legalizado este uso mientras que España todavía no ha dado el paso a pesar de que en nuestro país se calcula que hay más de cien mil pacientes que consumen marihuana para fines terapéuticos.

En diciembre del pasado año la ONU cambió su catalogación del cannabis que aparecía en la misma lista que sustancias como la heroína, perjudiciales y sin potencial médico reconocido. Al retirar la marihuana de esta categoría la Comisión de Estupefacientes reconocía sus propiedades terapéuticas, lo que abre la puerta a la investigación medicinal de una planta que no cura pero mejora la calidad de vida de los pacientes que la consumen como tratamiento médico.

Por:  BEATRIZ VIAÑO (Corresponsal TVE en Bogotá)
Tomado de: www.rtve.es/