“Velamos por la profesión médica, por su ejercicio ético en condiciones laborales dignas y justas y por
la salud de los colombianos”.

Artículo 3º. Estatutos. Capítulo I

Órgano asesor y consultivo del Estado en materia de salud pública desde 1935 (Ley 67 de 1935 y Ley 23 de 1981).

Mediante la Agencia Presidencial de Cooperación Internacional de Colombia y siguiendo los acuerdos establecidos en el mecanismo COVAX, Colombia realizó la solidaria donación de aproximadamente 20.000 vacunas de Sinovac a Paraguay, esto con la intención de que dicho país pudiera avanzar lo más rápido posible en el proceso de inmunizar a su población y así poder hacer su reactivación económica.

El pasado 7 de agosto inició la primera parte de la entrega de donaciones. Ese día fueron enviadas 6.896 vacunas que llegaron a territorio paraguayo en lo que fue un primer cargamento. Por otro lado, unos días después, el 13 del mismo mes, se hizo el envío de las vacunas restantes, un cargamento con 13.104 vacunas de Sinovac.

Es un hecho que actualmente los países están “compitiendo” para ver quién logra una inmunización completa más rápida y efectiva. Colombia quiso sumarse al reto, pero esta vez no sólo vacunando a la población nacional, sino también ayudando a que otros países como Paraguay, que aún sigue pagando las secuelas económicas que los meses iniciales de la pandemia dejó, puedan vacunar a todos sus ciudadanos y así fortalecer la lucha contra la enfermedad por Covid-19.

Sin embargo, pese a haber hecho tan solidario gesto con el hermano país latino, el Gobierno Nacional aseguró que esta donación será la única que el país haga en materia de vacunas. No obstante, el país siempre ha mostrado su compromiso con la eliminación del virus y/o su control para evitar la propagación; es por esto que se han realizado distintas donaciones monetarias, “Colombia también ha cooperado con la superación de los efectos causados por la pandemia del COVID-19, especialmente con los países de la región (América Latina y El Caribe), para ello ha destinado del Fondo de Cooperación Internacional y Asistencia Humanitaria FOCAI, el cual es administrado por APC-Colombia”, afirmó la Agencia Presidencial de Cooperación Internacional de Colombia a Blu Radio.

Asimismo, según la APC-Colombia “se ha destinado un total de 780.000 dólares de asistencia humanitaria para el fortalecimiento de capacidades de atención del sistema de salud en Costa Rica, Ecuador, El Salvador, República Dominicana, Guyana, Honduras, Haití, Guatemala y Vietnam con US 50.000”.

Colombia se suma a la lista de los países que han contribuido con vacunas a Paraguay, junto con España, Estados Unidos, India, Rusia, Taiwán, Emiratos Árabes Unidos, Catar, Chile, Argentina y Brasil.

Hasta ahí bien la ayuda de Colombia a otros países, ¿pero cómo ha sido la ayuda del Gobierno Nacional a la población colombiana? Quedará marcado en la historia, por ejemplo, aquel amargo hecho del sinnúmero de familias que pidieron a gritos ayuda durante los meses más duros de la pandemia debido a que no tenían forma de generar ingresos económicos como los habitantes de Altos de la Estancia en Ciudad Bolívar, pero en vez de acudir a su auxilio lo que se hizo fue desalojarlos de sus viviendas. En vez de comida les dieron gases lacrimógenos y granadas aturdidoras que afectaron a niños, ancianos, animales y a todos los que sufrieron la represión. Cientos de comunidades en áreas rurales también sufrieron la indiferencia del Estado al no recibir las ayudas humanitarias esperadas, porque los parlamentarios encargados sacaron pecho diciendo que gracias a ellos las ayudas eran posibles, pero en la realidad la mayoría de ellas se perdieron o no fueron entregadas.

Una de las grandes críticas hacia Duque en su segundo año de gobierno y con la pandemia de por medio fue la de decretar el día sin IVA, pues según los expertos (e incluso los no expertos) esto pudo generar una ola masiva de contagios en todo el país al no haber ni la más mínima restricción sanitaria. Grandes cantidades de personas acudieron a todos los almacenes del país con la intención de conseguir algún producto a bajo precio, ¿pero a qué costo conseguir dicho producto? Quizá muchos ahorraron dinero al no pagar el IVA, pero pagaron el precio del contagio al poner por delante de la vida su deseo de lo material.

Tampoco hubo un respaldo al sistema de salud colombiano que de por sí ya estaba fracturado. Trabajadores de la salud sufrieron en carne propia la escasez de elementos médicos y de bioseguridad, pese a que según el Estado se destinaron 6.8 billones de pesos para el sistema de salud. Muchos trabajadores fueron víctimas del virus y de la negligencia del Estado. Muchos tuvieron que sacar de sus propios bolsillos para costear sus elementos de protección personal porque la corrupción hizo de las suyas y dejó al sistema de salud desamparado. Muchos otros empleados sanitarios fueron obligados a trabajar sin recibir un pago justo, o sin siquiera recibir algún tipo de pago, e incluso a muchos aún les deben meses de trabajo.

Aplaudible la acción del Gobierno al ayudar a un país que lo necesita, pero no se fija en las necesidades internas de sus propios habitantes que sufren el flagelo diario de no poder acceder a los servicios básicos de salud, pese a ser un derecho fundamental como lo contempla la Ley Estatutaria 1751.

Foto: Adobe Stock
Por: Prensa Oficina de Comunicaciones
Federación Médica Colombiana

 

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